3. Pero al salmista le interesa sobre todo el otro retrato, en el que desea reflejarse: el del hombre que indagación el rostro de Altísimo (cf.La comunión con Jehová Cuadro la vida de su corazón. Ese intercambio osado, afectuoso y confiado con Dios es muy codiciado, y no debe buscarse como un privilegio de temporadas especiales, sino como